Milei, Menger y los juegos del hambre

El Presidente y Caputo celebran una supuesta baja de precios que se explica sólo en la caída de ventas de productos de lujo. La realidad muestra que los hogares más pobres son los que menos compran y hay 6 de cada 10 que subsisten con promociones. Con los libertarios, el salario no sólo perdió fuerte contra la inflación, sino que el ingreso real es más bajo, incluso, que en los años de Macri. 

La asunción de Javier Milei produjo, inicialmente, un ajuste y una devaluación brutales, que favorecieron a los sectores que ya venían bien y que generaron un año y medio de números históricamente bajos para el consumo de los argentinos. Luego de ese periodo, casi como cuando el agua se va tras una inundación, se ve una foto más real, y no es para nada buena: se revirtieron muy marginalmente las caídas interanuales de ventas, contra bases muy malas; el «la plata no me alcanza» sigue siendo preocupación número uno y una medición de la Universidad Di Tella mostró que la gente cree que la inflación real duplica a la del INDEC; firmas grandes del consumo masivo quedaron al borde del cierre, con balances en rojo o rematando mercadería; y el pie que el Gobierno les puso encima a los salarios está condicionando todo el programa: en términos reales, el ingreso no sólo está peor que en los años de mayor crecimiento económico, sino que hoy es un 26 por ciento más bajo que durante el macrismo. En pocas palabras, la crisis de Milei desbanca a los años PRO y se instala como la peor en materia de ingresos y consumo desde el colapso del 2001. 

Fuente: Pagina12